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COLECTIVIDAD UCRANIANA EN MISIONES

Tierra de cosacos y girasoles


La fachada. La casa típica inspirada en las construcciones de la región Karpática, al oeste del país.

Rizbleña ucraniana. Artesanía típica de tallas en madera. Una vez cuminados los detalles elegidos se colorean las endiduras, lo que otorga un excelente terminado con un atractivo decorado. .
La llegada de los primeros inmigrantes ucranios a la Argentina se produjo a fines del siglo XIX, pero se intensificó durante el período en el que Europa soportó la Primera y Segunda Guerra Mundial.

La mayor corriente inmigratoria culminó en Apóstoles en 1897, hace ya más de un siglo.

A partir de allí, alrededor del año 20, algunas familias comenzaron a viajar al interior del territorio hasta Yerbal Viejo. Se instalaron en el pequeño pueblo que con el tiempo se convertiría en Oberá, en sus alrededores y colonias vecinas de Campo Ramón, Florentino Ameghino, Los Helechos o Campo Viera.

Las primeras familias llegadas fueron los Gabroski, Kornuta, Pona, Moroyinski, Panaciuk, Olinek, Kruzulniski, Boichuk, Unizony, Bondarenko, Hacesek, Boiko, Andrujovich, Cizak, Kondratiuk, Bochiuk, Nikolajuk, Bilinski, Novak, Biorozco, Pauluk, Kastelan, Ostroski, Kaleñuk, Horot, Barchuk, Zajarczuk, Derluk y Serdiuk.

Casi todos se dedicaron a la agricultura, especialmente a la producción de yerba mate, tabaco y tung.

La colectividad ucraniana es considerada la más numerosa de Oberá y su zona de influencia.

Su organización colectiva se realizó en 1974 cuando formaron una sociedad de hecho que se consolidó en 1978 con la inauguración de la plazoleta Ucrania, sobre la avenida Beltrame. Así se unieron a la primera fiesta en 1980.

En aquella oportunidad, la municipalidad local aceptó oficialmente a la colectividad ucraniana como una de las fundadoras de la fiesta. Pero en ese tiempo Ucrania se encontraba bajo el dominio de la Unión Sovietica. La decisión generó algunas quejas diplomáticas, presiones y protestas, pero las autoridades mantuvieron firme su decisión y, pese a todo, la colectividad quedó ligada a la Fiesta. Este fue, quizás, un indudable reconocimiento a las nacionalidades que se ubicó por encima de todo poder político o ideológico y una obsecuencia indiscutida a la lucha de los pueblos en pos de tan añorada libertad.

La colectividad posee su casa típica en el Parque de las Naciones que representa una vivienda tradicional del campo ucraniano de la región de la Bolinia Carpática al noroeste del país.

La cadente y contagiosa música ucrania es interpretada en la actualidad por varios conjuntos tradicionales de larga trayectoria. Además, cuentan con el Ballet Barvinok cuya fama ha traspasado inclusive las fronteras del país. También el coro Solobíi.

Las vestimentas clásicas ucranianas típicas en los hombres se caracteriza, principalmente, por el uso de camisas bordadas, fajas, sharabá (bombachas), botas de caño alto negras o rojas y gorras con la caída de un pompón.

Las mujeres por su parte, llevan camisas blancas con coloridos bordados, polleras cortas o largas, negras o estampadas; fajas y una corona de flores de todos colores de varios tonos que caen sobre sus cabellos y espaldas... si son solteras.

ROSI

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