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PARA QUE ME CONOZCAN Y SALUDOS A TODOS DESDE PUERTO MADRYN

PARA QUE ME CONOZCAN Y SALUDOS A TODOS DESDE PUERTO MADRYN

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La Colectividad Árabe en Misiones

La Colectividad Árabe en Misiones

El mítico y exótico pueblo árabe


Bailarinas. El ballet árabe sobre el escenario mayor de la Fiesta Nacional del Inmigrante.

El salón principal de la casa típica árabe. Durante la fiesta sus paredes se cierran.
La influencia del pueblo árabe se hace sentir en todo el mundo, fundamentalmente en tres continentes: Europa, Asia y África.

Sus límites territoriales abarcan desde Irán y el Golfo Arábigo; al sur hasta el Océano Índico, Etiopía y el desierto de África, y al norte hasta el Océano Atlántico.

El mayor flujo inmigratorio árabe a la Argentina se produjo a inicios del siglo XX. Fue su destino la Capital Federal, Gran Buenos Aires y las provincias de San Juan, La Rioja, Catamarca, Jujuy, Salta, Tucumán y Santiago del Estero.

Los árabes arribaron a Oberá durante su fundación en 1928. Se destacan los apellidos Chémes, Quesini, Apes, Sager, Jamasmeie, Yunes, Tebecheri, Jatuff, Rek y Nofal.

Cuando la primera fiesta del inmigrante comenzó a tomar forma en 1980, los árabes no contaban con una organización, pero muy pronto comenzaron a bregar por su incorporación a los festejos.

Recién en 1991,se unieron a la comunidad de colectividades integrantes de la fiesta, con el apoyo de la Sociedad Sirio-libanesa de Posadas pero en la edición siguiente, un grupo de descendientes de la ciudad de Oberá se organizó y creó la Colectividad Árabe de Misiones.

Los árabes levantan su casa típica en el Parque de las Naciones. Consiste en una semi-mezquita, a la que se agregará un alminar o torre, con la que se pretende otorgar un aspecto imponente a la construcción.

El ballet local Salam, el ballet Hayat de Rosario, las odaliscas de Buenos Aires y Córdoba, dan el brillo y ritmo característicos a la colectividad en tiempos festivos.

Sus vestimentas, de curiosas ornamentaciones, dan un singular encanto y misterio a sus integrantes.

Los hombres llevan un turbante o pañuelo que le cubre los hombros y que ajustan a la cabeza con el agal o correa. Además, usan túnicas de diversos géneros y colores.

Las mujeres, llevan turbante y velo en la cara, además de túnicas que complementan con valiosas joyas.

Durante las noches festivas, los sones enigmáticos y cadentes de la música árabe al son de los aoud (tambores) y el grito característico de hombres y mujeres que integran la ronda de baile.

La colectividad recibe a diario la visita de grupos de danzas, como el Renacer de Oriente que sorprende con cada una de sus presentaciones y la prestancia de sus integrantes

REINA NACIONAL DE LOS INMIGRANTES 2006

REINA NACIONAL DE LOS INMIGRANTES 2006

Marta Kategorá, la representante de la colectividad Rusa fue consagrada Reina Nacional de los Inmigrantes, edición 2006.
Tiene 18 años, estudia Psicopedagogía en Buenos Aires

Extraído de: "La fiesta del Inmigrante"

Rosi

COLETIVIDAD RUSA EN MISIONES

COLETIVIDAD RUSA EN MISIONES

La inmigración rusa en la Argentina se inició a comienzos del siglo pasado pero, como la mayoría de los pueblos eslavos y los pertencientes al Este europeo, se intensificó durante la denominada guerra fría y la Revolución Rusa de 1917.

Su llegada coincidió con el período de mayor expansión inmigrante del Centro de la provincia a mediados del siglo XX.

Algunas de las primeras familias arribadas a las región fueron Donchenko, Kislo, Mikoluk, Bikowich, Kasukievich ,Zabczuk, Kowalszuk, Stepanenko, Niewtarowicz, Mielnik, Kriwenski, Krysiuk, Lang, Svorak, Lotocki, Demkzuk, Arciuch, Bielakowich, Krivonosoff, Okulovich, Susko, Zahorski, Sedoff, Pasternak, Prosianik, Basila, Wosniuk, Czuat, Molodoski, Articzuk.

Los rusos y sus primeros descendientes misioneros se organizaron el 7 de febrero de 1987, justo después de la recordación del milenio del Bautismo del Dnieper, que fue el hecho por el que, en la historia de aquel país estepario, se delimitaron sus fronteras. Ocurrió en el siglo noveno de nuestra era y significó la conversión de Rusia al cristianismo.

Ese mismo año 1987, la colectividad se sumó a la Fiesta del Inmigrante. En esa edición su representante Raquel Barasz se consagró reina del inmigrante.

La colectividad tiene su casa típica en el Parque de las Naciones, representativa de una casa siberiana, construida con troncos redondos y todas las características de las zonas frías. Pero Rusia presenta otra originalidad en el Parque de las Naciones: la construcción contigua a la casa típica, donde se halla un museo.

La vivienda fue construída en Colonia Guaraní por el inmigrante ruso Basilio Mielnik entre 1930-1936. La construcción estuvo abandonada por algunos años y luego fue convertida en depósito. Al final se la trasladó hasta el Parque de las Naciones donde su reciclado y remosado le otorgaron el brillo que hoy luce.

La música y el canto ruso poseen dos variedades. Los acordes lentos se utilizan en fiestas de salón para palacios de zares, príncipes y doncellas, y la folklórica como el Kosachok y Katiusha, generalmente ejecutadas por la mandolina, la balalaika y especialmente el violín.

Las vestimentas rusas, como en la mayoría de los pueblos de la antigua Europa, sufren variaciones según la región de donde provengan. Aunque las más tradicionales son, en los varones: pantalones más estrechos con camisas bordadas, que se llevan por encima del pantalón. Sombreros o gorros de pie y botas.

Las damas usan blusas bordadas a mano con polleras amplias y coloridas. En la cabeza usan una corona de flores naturales.

En las fiestas más tradicionales visten el Zarapan, traje típico de la realeza con un tocado llamado Kokozhinik, bordado con perlas.

Esta colectividad mantiene un fluido intercambio con el país de origen a tal punto que la ciudad de Oberá fue declarada Molodechno, población rusa cuyo nombre significa juventud.

Texto e imagenes de: "La Fiesta del Inmigrante"
Rosi

MONOLOGO DE UN PADRE DESORIENTADO

MONOLOGO DE UN PADRE DESORIENTADO


Quiero reivindicar en este monólogo las épocas gloriosas de nuestros padres, donde no se daban tantas explicaciones por las cosas...¿te acordás?
Que tu papá te decía y vos decías "y por qué tengo que hacer esto", y él te decía "porque sí! y "por qué no puedo hacer eso" y te decía "porque no!"
El porque si y el porque no eran las síntesis de un tipo que tenía autoridad, que tenia huevos, no como ahora nosotros, padres degradados, que damos tantas explicaciones para decir las cosas a nuestros chicos.
El otro día mi hijo me dice:Papá. Puedo asdk niw ehk weihf..ersuit?, que significa: Papá, puedo ir a ver a la Bersuit?, porque viste que ahora hablan así los adolescentes, como no leen, emiten sonidos guturales...y le digo No, me dice, por qué no puedo...y le digo "porque...bueno, porque no tengo plata"; él dice : Bueno, agarro de mis ahorros, y le digo: no, porque tus ahorros son de mi sueldo, y me dice "y bueno, no me dijiste que cuando te mueras todo iba a quedar para mí, empezá a enfermarte". Hijo de puta...así me trata.
Ahora se ha mal democratizado todo viste? Ahora se hacen reuniones para discutir un montón de boludeces que antes se decidían de un plumazo, y ni te preguntaban. Ahora con mi mujer y con mis hijos nos juntamos como 4 tarados, para decidir adónde va a ir al colegio, adonde nos vamos de vacaciones, nos vamos en diciembre y en septiembre se decide adonde nos vamos, estamos ahí parece una interna peronista. Y yo llego con los catálogos y mi mujer me agarra y me dice "sabes que pasa, que vamos a tener que llevar a algunos amigos de los chicos porque los nenes están en edad de que se aburren con sus padres", y claro, yo tengo que llevarlos con un camión jaula con 70 chicos para que mis hijos no se aburran conmigo en mis vacaciones. Aparte si nos vamos 14 días nos tenemos que volver antes porque mis hijos se llevaron como 28 materias y tienen que estudiar. Y mi mujer que me dice "a mi no me vas a llevar en carpa como una indígena!" te dice la yegua.
Tanto quilombo para irse de vacaciones!! Antes mi viejo nos decía: "nos vamos todos de vacaciones de verano, les gusta? Y nosotros Si Papá!, decíamos y él decía "nos tocó en julio en Mar del Plata" porque cuando te tocaba te tocaba, por el sindicato de Luz y Fuerza...Sabés lo que era julio en Mar del Plata? La gente andaba con trineo y yo con las ojotitas y la palita y la mallita, me metía en el mar, y tenía 13 años, la tenía chiquita, y cuando me metía se me hacía más chiquitita, los huevos se me ponían como ovarios del frío, y mi viejo que nos veía haciendo castillitos de arena y nos decía: "que hacen boludeando acá, vayan al mar y disfruten del mar!" nos decía el hijo de puta. Y él desde la orilla nos decía "que tal la están pasando" y nosotros: bi-bien, papá!...ah bueno, disfruten porque hay gente que no tiene ni para comer y a ustedes les tocó Mar del Plata! Que más quieren? O se creen que la plata la cagan los perros?
Escuchen una cosa: el año que viene yo voy a cumplir 25 años de casado, y ustedes se preguntarán Y? (la gente pregunta Y?), bien. Hace rato que no voy al psicólogo así que voy a contarlo todo a ustedes. Yo voy a cumplir 25 años de casados, y saben por qué me casé?: para tener dos hijos maravillosos y una esposa que no lo es tanto. Pero sobretodo para parecerme a mi viejo. Él era un cacique, no decía nada, la autoridad la tenía en los ojos. Siempre venía a casa con cara de culo por las dudas., y me decía, si querés demostrar autoridad siempre vení con la ofensa floja, sobretodo si venís medio chupete y con una bombacha colgando en la oreja. Siempre vení enojado. Y eso hacía él. Caía medio borracho y antes de que lo abaraje mi vieja en la puerta, él antes decía: "que mirás con esa cara!" y ella le decía con la cabeza agachada, "no Emilio, deben ser ideas tuyas".
Yo la otra vez vine de una despedida de soltero igual y le digo a mi mujer "que me mirás con esa cara?!", y me hicieron 17 puntos en la cabeza; agarró una foca de cerámica de Mundo Marino y me la dio.
En serio, mi vejo era un grande. Miren, llegaba a casa a las 9 de la noche y saben a que hora salía? Porque él trabajaba en la Municipalidad: a las 2 de la tarde. Siete horas boludeando con los amigos!, tomando amargo o jugando a las bochas! Y vos te creés que mi vieja se le iba a ocurrir preguntar donde estuviste Emilio? No, mi viejo le pegaba unos tiros con la 45 en las patas, para que se calle, y llegaba y ni saludaba, decía, ¿qué hay de comer?!, porque antes las mujeres desde las 6 de la tarde ya hacían de comer, y hacían comidas compuestas, elaboradas. No como ahora que te tiran un bife a la plancha y lo tiran en el plato y si no lo agarrás, viene el perro y se lo come. Él se sentaba a comer asi con mala gana, como haciéndonos un favor, así, y se ponía una camiseta blanca con esos pijamas, esos pantalones ferroviarios celestes, y con los cordoncitos que uno se le metía en el huequito por donde sale y mi viejo puteaba y la llamaba a mi vieja que con la aguja de tejer se lo desencajaba y me decía a mí que se lo ate, y yo se lo ataba al nudo.
Y empezaba "cierren la puerta!, bajen la radio! Coma eso! Haga aquello!"
Éramos todos vietnamitas. Si papá, decíamos, y corríamos y hacíamos lo que él quería.
Igual que ahora. El otro día le dije a mi mujer: mi amor, me alcanzás la mayonesa? Y me dice: que soy, sierva tuya, boludo, levantáte vos!
Mi vieja ponía una fuente con pollo en la mesa y las dos patas eran para mi viejo...y vos te crees que las comía con culpa? No! Y mi mamá comía la pechuga, mi hermana más chica comía las alitas, la otra el cogote y yo me comía el culo. Pero yo no hacía drama porque yo decía que esto es un ciclo, y cuando yo sea padre me voy a comer las patas. Soy padre, y me sigo comiendo el culo; las patas las comen mis hijos, y se las comen igual que mi viejo, así, sin culpa.
Qué pasó?! En qué fallamos! Algo cambió las cosas! Yo tengo una teoría, porque creo que antes tu vieja era socia de tu viejo y ellos se complotaban y nos mandaban a los hijos, pero ahora no, tu esposa es socia de tus hijos, es así, las mujeres no tienen hijos, tienen rehenes!
Antes, cuando había algún lío, mis viejos se encerraban en el cuarto y se escuchaba "bzbzzzzbzbzbzbz..." que discutían. Ahora no, mi mujer se encierra con mis hijos y deciden entre los tres y se escucha "bzbzbzbzzzzz"
Ella no es socia mía, es socia de mis hijos.
Mirá, el día que me muera voy a pedir que me entierren en el shopping, porque es la única forma de que me vaya a visitar seguido mi mujer.
Te digo más, antes te portabas mal y te cagaban a palos. Si, ahora nos reímos, pero antes te cagaban a palos, y cuando te mandabas alguna macana, y llegaba mi viejo a las 9 de la noche, mi vieja hacía terrorismo familiar y me llenaba la cabeza con esta frase, ustedes se van a acordar:
"Aaah! Cuando venga tu padre!...y yo sentía el dolor 9 horas antes de que llegue y me decía mi vieja: "Andá eligiendo la chancleta con la que te va a dejar el culo morado. AY! ...y venía desde la puerta y decía: Que hizo!! Y la otra le iba diciendo: aaahhh!! No sabés! Está insoportable: que se hizo hincha de Argentinos Juniors, y come pisingallo y encima mira películas de la Coca Sarli!
A mi me encanta dormir la siesta....dirán y? Yo, bajando un poco, te diría que en mi vida no pido grandes cosas. Desde aquí hasta que el Todopoderoso me lleve pido pocas cosas a saber: que no me rompan las bolas, que los cuchillos corten; son boludeces que te terminan matando; que si el mosquito me va a picar que no me zumbe, que me pique: Picá si vas a picar hijo de puta! Pero picá y no me rompas las bolas. Que si voy a buscar cubitos a la heladera que alguien de la familia haya llenado la cubetera que siempre voy y está vacía; que cuando me voy a bañar, parece que mi mujer se complotara con mis hijos y me abren el agua y yo estoy a los gritos EL AGUA EL AGUA!
Que mi mujer no me use la maquinita de afeitar con la que me afeito y ella se afeita los sobacos, se hace cavado, se afeita las patas y después cuando la voy a usar yo me arranco un pedazo de cara.
Yo quiero ser como las mujeres en ese sentido, viste que ellas tienen 60 shampoos para ellas solas, todas las marcas con esperma de ballena, con hemorroides de paloma virgen mezclada con rosa mosqueta y frutos del bosque. No sé que mierda se ponen! Y vos querés usar un poquito: NO! Te dicen, que ese no es el shampoo para todos los días, Uh! Y yo de este lado con Plusbelle de manzana. Que tiene el pelo nuestro? Es de plástico o es del muñeco ecológico.
¿Por qué dejan el corpiño y la bombacha colgados arriba de la canilla de la ducha? Díganme! Porque tiene que haber una explicación científica para todo! No, lo hacen así porque si. Y cuando vos abrís la ducha y se lo mojaste te gritan: No viste que estaba seca!! Y le decís: y si estaba seca porque no la sacaste? O alguna vez viste los calzoncillos míos enroscados arriba de la canilla??!!!
Y dormir la siesta! A mí me encanta: Perón decía que dormir una siesta era como volver a nacer y es cierto che! Mi viejo dormía la siesta y se levantaba fresco: dormía 12 horas y era un atado de heno de fresco que estaba. Y yo los domingos después del asado y el postre, llego con lo justo a la cama y me pongo a mirar esos partidos del "Chansea" contra el "Totemhom de Uganda", esos partidos que no le interesan a nadie, y mi mujer se pone unas pantuflas especiales para "cagarle la siesta al marido" que hacen: Chaplaf - Chaplaf – Chaplaf y abre los cajones y me mira, se acerca y dice: Chicossss... bajen la tele que papi DUERRRMEEEE! Y me cae el hilo de sangre del oído.
Cuando mi viejo dormía la siesta, hacíamos de cuenta que DIOS estaba descansando. En la cuadra no se hablaba, con mi hermana si nos queríamos tirar un pedo, teníamos que licuarlo al pedo, éramos capaces de cagarnos, pero no hacerle ruido a papá que dormía. Papá era Bush durmiendo.
Yo sé que las épocas cambiaron, antes, tener relaciones era llevarse bien con los primos, nadie usaba casco, y debutar sexualmente, siempre se hacía con trolas.
No era un pecado, era un milagro, y crecíamos con esa cosa del cielo y el infierno, y yo que era monaguillo y era tan boludo que viste que te decían que pecabas con acción y pensamiento, y claro, así no se puede vivir, y yo claro, iba al baño y para no pecar no me la tocaba y para no pensar, no me la miraba, pero meaba la cortina, el piso, las toallas, todo.
Y la primera vez que hice el amor fue cuando tenía 13 años y yo creí que iba a ser la mujer de mi vida. Tenía 52, y se llamaba: La Gorda Mabel ¿No es romántico? La Gorda Mabel. Tenía 2 pechos que eran 2 torcazas dormidas, un cartel que decía "cintura" porque se le había borrado, ya era un Koi-nnor. Y me decía cosas que me volvían loco, me decía: "Me vas a matar, caníbal!! Yo? caníbal! 13 años tenía! Era un caníbal vegetariano. Y me acuerdo que en la pared de su pieza tenía un póster de Los Fronterizos...Que heavy no?? Y yo enamorado, miraba sus ojos negros y cuando la iba a besar en la boca me decía: No, la boca y el culo son de mi novio. Mirá que línea de conducta!!

EL ÚLTIMO BORGES * Norma Domínguez * © Copyright swissinfo SRI

EL ÚLTIMO BORGES * Norma Domínguez * © Copyright swissinfo SRI

Entre marzo de 1984 y octubre de 1985, el poeta y ensayista Osvaldo Ferrari sostuvo más de una centena de conversaciones grabadas con Jorge Luis Borges, hasta poco antes de su muerte.

"El período de estos 'diálogos' fue mientras Borges tenía 85 y 86 años.

A mí me toca 'el último Borges', en su extrema lucidez y sabiduría", afirma.

Sus 'diálogos' con Borges ya han dado la vuelta al mundo y se publicaron en italiano, francés, alemán, ruso,

español y portugués.

En este momento está presentando en el Palacio de las Bellas Artes de México, la edición definitiva, con 118 conversaciones, lanzada por la editorial Siglo XXI.

Osvaldo Ferrari tenía 50 años menos que Borges, pero eso no fue impedimento para que ambos construyeran una amistad: "Desde que era casi adolescente, fui muy amigo de Silvina Ocampo y a través de ella me hice amigo de Bioy Casares.

Frecuenté la casa de ellos durante muchos años, y a lo largo del tiempo inevitablemente me encontré con Borges en esa casa y tuvimos la dicha de compartir momentos."

Así comienza relatando Ferrari los primeros encuentros que tuvo con Borges.

Explica que con el tiempo, a pedido de Bioy Casares, empezó a llevar a su casa a Borges cuando terminaba,

por ejemplo, una cena.

"Un día él me llamó para invitarme a comer, una noche de verano, y ahí empezó una relación de amistad personal que se prolongó por varios años.

Esto fue alrededor de 1980", dice orgulloso.

La historia es larga, pero fue hacia 1984, cuando un amigo común, el pintor Moisés Nusimovich,

sugirió a Borges y a Ferrari que hicieran 'diálogos' para ser emitidos por radio.

"Esa idea nos pareció bien y en marzo de 1984 comenzó el programa con los diálogos en Radio Municipal, que abarcó hasta el fin de la vida de Borges, porque siguieron hasta octubre de 1985, y él se fue de Argentina a fin de noviembre de ese año para no volver."

"Lo estupendo era que teníamos muchos diálogos hechos, pero él me llamaba porque quería continuar.

No eran ni entrevistas ni reportajes, eran la prolongación de nuestras conversaciones."

"Borges era simultáneamente escritor y pensador, y tenía muchísimas cosas para decir en esa etapa de su vida",

sostiene el ensayista y agrega: "Era estrictamente un pensador literario por excelencia, y eso hizo que el desarrollo de su enorme inteligencia literaria a lo largo de décadas -porque no se daba tregua ni un solo día de su vida en el acto de pensar-, nos diera permanentes sorpresas en la visión de nuestra vida nacional, en la visión de nuestros males,

señalados por él con la mayor claridad y coraje."

"Él me contó que estando en Europa, si llegaba la Navidad, siempre iba a pasarla allá, quizás por una remembranza de su adolescencia en Ginebra.

Y eso hizo en este último viaje, pero en enero se enfermó y no pudo regresar.

Él me dijo que volvía y Borges no mentía.

Por eso creo que allí lo sorprendieron la enfermedad y la muerte."

"Borges veneraba Suiza.

"Eso le parecía una actitud del cosmopolita, del ciudadano del mundo.

Y esa idea suya del cosmopolitismo, de que todos debíamos llegar a ser ciudadanos del mundo, es justamente la idea que él oponía al nacionalismo, al cual consideraba uno de los peores males del siglo."

"Entonces, de alguna manera, Borges nos propone a Suiza como ejemplo a seguir en cuanto el encuentro entre los hombres, en cuanto a la posibilidad de comunidad entre los hombres.

Y a mí me parece importante que el último Borges nos recordara eso y que su mensaje fuera, como en toda su vida,

el de la importancia de la ética y de la comunidad que trasciende los nacionalismos", analizó Ferrari.

"Era asombrosamente comunicativo y accesible a todos.

A la altura de la vida en que yo lo conocí, era de una asombrosa humildad, siendo que puede pensarse que durante su juventud tuvo actitudes soberbias –es posible que las haya tenido- pero el último Borges era realmente de una enorme humildad, aún cuando la fama lo rodeaba incisamente.

La fama no lo transformó."

"En un diálogo que tengo con él sobre el amor, explica porqué ha estado casi siempre, a lo largo de su vida,

enamorado de distintas mujeres, a las que vio, como él decía, como únicas.

Decía que estar enamorado es ver a la mujer como sólo Dios puede verla, descubrir lo que tiene de absolutamente único,

y que cuando se hace ese descubrimiento es que uno se ha enamorado."

"A Borges no lo entendimos los argentinos. No entendimos su capacidad única de superar los prejuicios ni su capacidad de libertad ni su auténtica libertad interior.

Ni su libertad para pensar, expresarse y para manifestar sus ideas.

No entendimos la dimensión de su coraje, porque en una época fue casi el único escritor argentino que se atrevió a "escribir" contra en nazismo y el fascismo."

"Se proclamaba anarquista. Él quería que el Estado no limitara la vida del hombre.

El de Borges era un liberalismo que iba más allá del liberalismo, algo que heredó de su padre, quien también tenía el ideal de un anarquismo en el sentido de la libertad del hombre. Creo que era un extremo liberal que se toca con el anarquismo."

TEORIAS

TEORIAS

La siguiente pregunta fue hecha en un examen trimestral de química en la Universidad de Toronto. La respuesta de uno de los estudiantes fue tan original que el profesor quiso compartirla con sus colegas, vía Internet, razón por la cual podemos todos disfrutar de ella.


Pregunta: ¿Es el Infierno exotérmico (desprende calor) o endotérmico (lo absorbe)?


La mayoría de estudiantes escribieron sus comentarios basándose en la Ley de Boyle (el gas se enfría cuando se expande y se calienta cuando se comprime).

Un estudiante, sin embargo, escribió lo siguiente:

En primer lugar, necesitamos saber en qué medida la masa del Infierno varía con el tiempo. Para ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas en el Infierno y a qué ritmo salen. Tengo entendido que, una vez dentro del Infierno, las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se producen salidas.

En cuanto a cuántas almas entran, veamos lo que dicen las diferentes religiones.

La mayoría de ellas declaran que si no perteneces a ellas, irás al Infierno.
Dado que hay más de una religión que así se expresa y que la gente no pertenece a más de una, podemos concluir que todas las almas van al Infierno.

Con las tasas de nacimientos y muertes existentes, podemos deducir que el número de almas en el Infierno crece de forma exponencial.

Veamos ahora cómo varía el volumen del Infierno.

Según la Ley de Boyle, para que la temperatura y la presión del Infierno se mantengan estables, el volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas.

Hay dos posibilidades:

1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de almas, la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta que éste se desintegre.
2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el Infierno se congele.


¿Qué posibilidad es la verdadera?:

Si aceptamos lo que me dijo Teresa en mi primer año de carrera ("hará frío en el Infierno antes de que me acueste contigo"), y teniendo en cuenta que me acosté con ella anoche, la segunda posibilidad es la verdadera.

Doy por tanto como cierto que el Infierno es exotérmico y que ya está congelado.


El corolario de esta teoría es que, dado que el Infierno ya está congelado, ya no acepta más almas y está, por lo tanto, extinguido, dejando al Cielo como única prueba de la existencia de un ser divino.

Lo que explica por qué, anoche, Teresa no paraba de gritar "¡OH, Dios mío!"

El estudiante calificó: Distinguido

La democracia

La democracia

Hace muchos años se desató en Bagdad una epidemia de peste.

La Muerte, a la que hay que imaginarse antigua, amenazadora y familiar,
vestida de hopalanda negra y armada de guadaña, iba de casa en casa
golpeando las puertas con sus nudillos descarnados al tiempo que anunciaba
su presencia con un siniestro vozarrón:
"No hay más muerte que la Muerte y la Peste es su profeta". Y uno a uno
muchos bagdadíes habían perdido ya la vida.

Un día la Muerte acudió a casa de Redwan, un niño de doce años que se
disponía a salir a la calle para ensillar con sus amigos un
caballo blanco.
"No hay más muerte que la Muerte y la peste es su profeta", gritó la muerte
y citó a Redwan esa tarde a las cinco en el mercado de Al-Karrada.
Redwan, que había leído la vieja historia del soldado en Samarkanda, aceptó
que no había escapatoria, corrió a despedirse de sus camaradas, se comió una
rodaja de sandía y se encaminó valeroso a su cita.

Pero Redwan nunca llegó al mercado.

"No hay más muerte que la Muerte y la Peste es su profeta", voceaba por su
parte la Muerte mientras avanzaba puntualísima, minutos antes
de las cinco, hacia Al-Karrada. Pero hete aquí que de pronto un alboroto de
albórbolas y llantos la detuvo al borde de una plaza.

La Muerte sintió sorpresa y después cólera: una multitud estaba enterrando a
cien bagdadíes -o 1000 o 10000, era difícil contarlos- que no había matado
ella.

¿Quién se le había adelantado? ¿Quién había matado ese racimo de gente
revolcada y ensangrentada?

Era la Democracia, que había llegado a la ciudad.

Sobre sus tanques de siete leguas, con su coro de aviones y misiles, alzada
gloriosamente sobre un escaño de cráneos, anunciaba con altavoces la nueva
ley de la nación: "hay más muertes que la Muerte y la Democracia es la más
fuerte".

Entre los muertos de la plaza, claro, se encontraba Redwan, que había creído
ingenuamente en la verdad de los cuentos.

A partir de ese momento la Muerte llegó tarde a todas sus citas. "No hay más
muerte que la Muerte y la Peste es su profeta", pero siempre
se le había adelantado ya la Democracia.

La vieja Muerte de hopalanda negra y armada de guadaña, la vieja Muerte de
toda la vida que negociaba uno a uno los destinos individuales, la vieja
muerte que imitaba trágicamente los usos de los enamorados, acabó medio
loca, cojeando por las calles de Al-Karrada y Al-Muntasiriya, perseguida por
un revuelo de niños y un trompeteo de marines.

Y desde entonces nunca nadie volvió a morir en Bagdad de muerte natural.


Por eso -escribía yo hace poco- las madres de Bagdad, de Ramada, de Al-Qaim,
de Faluya, cuando sus hijos no quieren comerse la sopa, les amenazan: "Come,
niño, come, que viene la Democracia". Y cuando no quieren irse a la cama,
las madres de Bagdad, de Ramada, de Al-Qaim, de Faluya, les dicen: "Duerme,
niño, duerme, que la Democracia está en el portal". Y cuando no quieren
hacer los deberes, las madres de Bagdad, de Ramada, de Al-Qaim, de Faluya,
les advierten: "Estudia, niño, estudia, que la Democracia ha derribado la
puerta".

Al final del cuento, todos los días, las madres de Bagdad, de Ramada, de Al-
Qaim, de Faluya, les dicen a sus hijos con una brecha en la
voz: "Cava, niño, cava, que la Democracia acaba de degollar a tu padre en el
salón".

Esto no es un cuento. En los cuentos, un niño del tamaño de un lapicero
derrota a dos gigantes: en Iraq los niños se desangran, con un tiro en el
pecho, en las aceras.
En los cuentos, un campesino valiente devuelve la risa a una princesa: en
Iraq, los campesinos valientes son fusilados o acuchillados entre las
espigas.
En los cuentos, una doncella pobre conquista el amor de un rey: en Iraq las
doncellas pobres son violadas por los soldados del emperador.
En los cuentos, la justicia acaba construyendo una ciudad: en Iraq, la
injusticia mejor armada de la historia bombardea todos los días quince
ciudades con sus habitantes dentro. Todo esto está ocurriendo mientras lo
escribo y está ocurriendo mientras ustedes lo leen.
Todo esto está ocurriendo, aunque leerlo lo vuelva, de algún modo,
inverosímil o increíble.
Todo esto nos está ocurriendo a nosotros, aunque saberlo nos haga sentir
paradójicamente protegidos.
El que quiera sentirse indefenso, vulnerable, en peligro, el que quiera ser
sujeto de una experiencia real, y no poder descansar ya nunca más,
el que quiera dejar a un lado la cómoda media distancia de la compasión y
dejarse palpar por la proximidad absoluta del horror, el que quiera sentirse
concernido y a veces avergonzado e incluso acusado, tendrá que recurrir a
las Crónicas de Iraq (Ediciones de Oriente y del Mediterráneo, 2006) de Imán
Ahmed Jamás, la extraordinaria mujer gracias a la cual hacemos propio el
dolor de un país en el que -no se me ocurre imagen más terrible- las madres
han dejado de llorar y los padres han comenzado a hacerlo.
El que prefiera sentirse fuerte, seguro, inocente, relajado, hermoso, bueno,
elegante, basta con que se siente a contemplar alegremente la
matanza. Imán Jamás lleva la cuenta y nos revela que, en la batalla entre la
Democracia y la Muerte, la Democracia ha matado mucha más
gente.
"Mamá, mamá", dice el niño, "de mayor quiero tener treinta años". "Mamá,
mamá", dice el niño, "si he de morir antes, por lo menos que me lleve la
Peste".
Malos tiempos éstos en que la mayor parte del plantea siente nostalgia no
sólo de una pared, de un fuego, de un zapato y de una sopa caliente; malos
tiempos éstos en que la mayor parte del planeta siente nostalgia incluso de
la Señora Muerte.


La muerte en Bagdad o de cómo la democracia dejó sin trabajo a la peste

Graciela E. Prepelitchi
(11) 15 5159 4937
"La conciencia es como una abeja; usala bien y te dara miel; usala mal y te
clavara un aguijon." Thomas Watson

NO PODEMOS...

NO PODEMOS...

Cuando yo era chico me encantaba los circos y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.

También a mi como a otros, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente. Qué lo mantenía entonces?. Porqué no huía?

Cuando tenía cinco o seis años todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro o a algún adulto por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia. Si está amaestrado... Porqué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se había hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio para encontrar la respuesta.

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.

Estoy seguro que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...

Hasta que un día (terrible día para su historia) el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante, enorme y poderoso, no escapa... ¡Porque CREE QUE NO PUEDE!

El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sentía poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.

JAMÁS...JAMÁS...intentó poner a prueba su fuerza otra vez.

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Vivimos creyendo que un montón de cosas "NO PODEMOS" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestro recuerdo: NO PUEDO, NO PUEDO Y NO PODRÉ NUNCA...

Crecimos portando este mensaje que nos impusieron o impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.

La única manera de saber, es intentar de nuevo, poniendo en el intento ¡TODO TU CORAZÓN

El Nacional - Domingo 20 de Agosto de 2006 A/9 - Tomas Eloy Martínez - ©The New York Times 2006

El Nacional - Domingo 20 de Agosto de 2006 A/9 - Tomas Eloy Martínez - ©The New York Times 2006

Opinión
El dilema de España


Ningún país europeo se ha transformado tanto como España en los últimos 30
años. Antes de que muriera Franco en 1975, era una tierra de migraciones y
desencantos, que rumiaba su propio pasado, de espaldas a la historia. En
1966, tres décadas después de la Guerra Civil, un rosario de casas
abandonadas yacía en las orillas de los pueblos andaluces y extremeños: los
jóvenes se marchaban hacia Suiza y Alemania Federal y ya no regresaban.
España se tornaba cada vez más pastoril, menos europea, y el aislamiento
parecía ser su único lenguaje.

En aquellos tiempos de Franco, los latinoamericanos conocían hasta la última
brizna del aire que respiraban los españoles: el nombre de sus toreros, las
canciones de Raimón y Joan Manuel Serrat (que también al otro lado del
Atlántico se entonaban en voz baja, sacramentalmente), las marcas de sus
automóviles y hasta las consignas contra el Caudillo que solían pintarse
cerca de la estación de Atocha, en Madrid. América Latina padecía con
España, sentía en carne viva su desventura.

La historia se ha dado vuelta con una velocidad tan vigorosa que ni siquiera
hay tiempo para mirarla. España es ahora, siete décadas después de la guerra
que costó un millón de muertes, uno de los países más prósperos de Europa.
La fiebre del consumo se ha desatado con ímpetu aun en las zonas rurales.
Los jóvenes son cosmopolitas, seguros de sí, y están inflamados de
proyectos. Hasta el paisaje no es el mismo. A la vera de las autovías han
brotado fábricas y silos, tractores y canales. Los españoles han abrazado
con tal convicción su destino europeo que hasta en las naves de las
catedrales centenarias el aire huele a Europa.

América Latina también se ha transformado, pero al revés. Ha costado mucho
borrar la huella de las dictaduras militares, y el populismo democrático que
rige a algunos países sigue erosionando las bases de las instituciones
republicanas y sembrando la discordia entre países fraternales.

Con los ojos vueltos hacia sus propias intimidades yertas, a la caza
cotidiana de un dinero que cada día vale menos, muchos latinoamericanos
sueñan con marcharse. ¿Pero adónde? España y Estados Unidos les cierran las
puertas; Europa les está vedada. Un poeta joven ha expresado ese sueño común
repitiendo una línea de Baudelaire: "Puedo ir a cualquier parte/ pero no en
este mundo".

Por la memoria aún viva de su propio pasado, España estaba en mejores
condiciones que ningún otro país de comprender la magnitud del drama
latinoamericano. Y sin embargo, ¿qué podía hacer? Desgarrada durante siglos
entre un destino europeo y un destino universal, no podía darse el lujo de
elegir los dos a la vez.

En tiempos de Franco, la unión con la América hispana era un hecho casi
forzado por el poder. Uno de los objetivos de ese poder era la hegemonía de
la lengua castellana y el eclipse de los demás idiomas nacionales: el
catalán, el vasco y el gallego. La democracia trajo, junto con las otras
libertades, la libertad de la lengua. La cultura española se volvió plural
ahora y América Latina fue tan sólo uno de sus brazos.

Ambas orillas del Atlántico empezaron a desconocerse. La América hispana
dejó de inquietarse por las respiraciones de la cultura española, a la vez
que los españoles detenían su conocimiento de América. Los creadores que
surgieron después de 1975 en uno de los dos lados ya casi no fueron
absorbidos por el otro.

En América hispana, el tránsito de ideas y de imaginaciones se volvió ahora
hacia el norte: los jóvenes de Argentina, Colombia, Chile o Perú, que se
habían mostrado impermeables durante más de un siglo a la cultura
norteamericana, ahora se dejaban penetrar por ella.

Mientras desaprendían a la España de siempre, aprendían en cambio el
estereotipo de España que se fabrica en los media de los Estados Unidos: el
flamenco, el sombrero sevillano, el Quijote en la versión de Andy Warhol.

Para los hispanoamericanos, como para los americanos del norte, España
comenzaba a ser un país indiscernible, una cruza de la catedral de Lima con
las mesetas de Guatemala. Y viceversa: más de un español extraviado en
alguna calle de Manhattan sintió su europeísmo herido cuando, al oírlo
hablar, le preguntaban: "¿Es usted latino?", lo cual podría significar "¿Es
usted ecuatoriano, puertorriqueño, nicaraguense?

Poco a poco, España fue acercándose a sus hijos transatlánticos a través de
inversiones, empresas culturales y la reconstrucción de joyas de la
arquitectura colonial. Las editoriales españolas se volvieron hegemónicas,
pero la literatura española sigue siendo incomprendida y poco leída en
México y más al sur.

Sin embargo, los progresos veloces pueden convertirse en retrocesos
acelerados. El perfil europeo de España podría empezar a desdibujarse cuando
los subsidios de la Unión continental a la que pertenece decrezcan, y el
país deba aceptar su papel de contribuyente neto, como lo son ahora Alemania
y Francia. Por ahora, su nivel de innovación es muy bajo: se sitúa en el
lugar 16 entre los 25 países de la Comunidad Europea, a partir de una
estimación que toma en cuenta el porcentaje de universitarios, la inversión
en ciencia, el gasto en tecnologías de la información o el número de
patentes.

Aunque ese día tarde otra década, España tendrá que volver los ojos hacia
América Latina, donde a partir de 1492 erigió no sólo un imperio sino
también una civilización. Los hijos pródigos de esos países han emergido de
las dictaduras y han empezado a construir democracias estables y cada vez
más prósperas, con índices de crecimiento sostenido que no decaerán, al
parecer, durante los próximos cinco años.

A la vez, han ido aprendiendo a valerse por sí mismos. Europa ha colmado a
España de dinero, pero sus antiguas colonias de ultramar no han cesado de
alimentarla de talentos. El país ha elegido una identidad europea, pero sólo
podrá sostener esa identidad mientras mantenga los lazos, ahora frágiles,
con América Latina.

COLECTIVIDAD ALEMANA EN MISIONES

COLECTIVIDAD ALEMANA EN MISIONES

Cintya Marlene Serfas
19 años. Posadas

Reina de la colectividad alemana


Alegría espumante de un pueblo


La típica fachada germana. Está decorada con coloridas flores, forma parte de la construcción que se encuentra en el Parque de las Naciones.

Con un rumbo en común. Los alemanes se unen al tradicional desfile apertura de la fiesta con carruajes y bandas musicales.
La inmigración alemana a nuestro país cobró mayor firmeza luego de la II Guerra Mundial. Al centro de la provincia de Misiones arribaron a mediados de 1913 las primeras familias, entre las que se destacan Gradenecker, Barun, Fellemeier, Murner, Rudel, Kurle, Kastner, Schartzwelcer y Rehe Unfuhrer, aunque luego y con mayor afluencia comenzaron a formar parte de la próspera colonia las familias: Lohr, Ruff, Ulrich, Machnau, Diedrich, Bauer, Schuster, Vasse Rocholl, Tiemann, Kurtz, Waller, Holl, Baetke, Kaechele, Hierhelzer, Hartwig, Joerg, Dietrich, Fischer, Blasig, Haus, Westfahller, Faust, Fried,Wintersinger, Schellbach, Finke, Hasstrasser, Bruner, Singer, Werner, Mathei, Endrich y Biechteler.

El sector Oeste de la ciudad fue el principal asentamiento de los pueblos germanos que eligieron esta zona de Misiones para echar raices, muy cerca de los nórdicos, aunque con el correr de los años comenzaron a diseminarse por todas las colonias vecinas donde pronto se integraron a la vida comunitaria de la por entonces Yerbal Viejo. Se dedicaron principalmente a tareas agrícolas.

En general, mantuvieron muy buenas relaciones con sus vecinos suizos, italianos, japoneses, ucranianos y polacos con quienes, tradicionalmente, compartían festejos en comunidad.

La colectividad posee su casa típica en el Parque de las Naciones que representa a una vivienda rural. El espíritu teutón contagia alegría a la fiesta con su pegadiza música que ensambla acordeones, trompetas y clarinetes, estos últimos infaltables en toda orquesta alemana.

Durante la realización de los festejos del inmigrante, por la casa típica del Parque se vió la actuación de conjuntos venidos directamente desde Alemania, además de la Capital Federal, Buenos Aires, Santa Fe y locales. También vinieron artistas de Paraguay y Brasil. Así, se popularizaron en esta región los valses, polcas y melodías alemanas.

Si bien de cada una de las regiones que comprende la República Federativa germana, la etnia local especialmente se identifica con la vestimenta tirolesa, ellos prefieren camisas, generalmente blancas, pantalones cortos, algunos sueltos, otros ajustados a las rodillas, decorados tiradores, medias blancas con pompones rojos a la altura de las rodillas y calzan comunmente zapatos de calle. Todo el atuendo se cierra con un clásico sombrero de tela que luce una pluma y diversos adornos que forman parte de una colección de diminutos objetos traídos de lugares visitados.

Ellas, por su parte, se inclinan por las blusas con coloridos bordados con una amplia y larga pollera. Además, llevan sombreros decorados con flores naturales o secas.

La Colectividad Alemana de Oberá representa a un antiguo pueblo del nordeste de Europa, de origen germano.

A lo largo de la historia, Alemania ha tenido un conflictivo pasado político que culminó, en la primera mitad de este siglo, con su división provisoria, después de la II Guerra Mundial.

A pesar de todo, su pueblo nunca perdió su identidad cultural, racial e histórica, lo que le permitió lograr nuevamente su unificación definitiva, hace aproximadamente una década.


Información extraída de "La Fiesta del Inmigrante"
Rosi

Los justos

Los justos


Los miércoles a las nueve de la noche, hora de Nueva York, la cadena norteamericana ABC emite una serie de televisión que me gusta. A esa misma hora un mexicano llamado Elías, dueño de un vivero en Veracruz, la está grabando directamente a su disco rígido, y tan pronto como acabe subirá el archivo a Internet, sin cobrar un centavo por la molestia. Tiene esta costumbre, dice, porque le gusta la serie y sabe que hay personas en otras partes del mundo que están esperando por verla. Lo hace con dedicación, del mismo modo que trasplanta las gardenias de su jardín para que se reproduzca la belleza.
A las once de la noche de ese mismo miércoles, Erica, una violinista canadiense de venticuatro años que ama la música clásica, baja a su disco rígido la copia de Elías y desgraba uno a uno los diálogos para que los fanáticos sordomudos de la serie puedan disfrutarla; distribuye esos subtítulos en un foro tan rápido como puede. No cobra por ello ni le interesa el argumento: lo hace porque su hermano Paul nació sordo y es fanático de la serie, o quizás porque sabe que hay otra mucha gente sorda, además de su hermano, que no puede oír música y debe contentarse con ver la televisión.
A las 3:35 de la madrugada del jueves, hora venezolana, Javier baja en Caracas la serie que grabó Elías y el archivo de texto que redactó y sincronizó Erica. Javier podría ver el capítulo en idioma original, porque conoce el inglés a la perfección, pero antes necesita traducirlo: siente un placer extraño al descubrir nuevas etimologías, pero más que nada le place compartir aquello que le interesa. Para no perder tiempo, Javier divide el texto anglosajón en ocho bloques de tamaños parecidos, y distribuye por mail siete de ellos, quedándose con el primero.
Inmediatamente le llega el segundo bloque a Carlos y Juan Cruz, dos empleados nocturnos de un Blockbuster boneaerense que suelen matar el tiempo jugando al ajedrez, pero que ocupan los miércoles a la madrugada en traducir una parte de la serie, porque ambos estudian inglés para dejar de ser empleados nocturnos, y también porque no se pierden jamás un capítulo.
El tercer bloque de texto lo está esperando Charo, una ceramista de Alicante que está subyugada por la trama y necesita ver la serie con urgencia, sin esperar a que la televisión española la emita, tarde y mal doblada, cincuenta años después. El cuarto bloque lo recibe María Luz, una tipógrafa rubia y alta que trabaja, también de noche, en un matutino de Cuba: María Luz deja por un momento de diseñar la portada del diario y se pone rápidamente a traducir lo que le toca. Dice que lo hace para practicar el idioma, ya que desea instalarse en Miami.
El quinto bloque viaja por mail hasta el ordenador de Raquel y José Luis, una pareja andaluza que vive de lo poco que le deja una librería en el centro de Sevilla. Llevan casados más de venticinco años, no han tenido hijos, y hasta hace poco traducían sonetos de Yeats con el único objeto de poder leerlos juntos, ella en un idioma, él en otro. Ahora, que se han conectado a Internet, descubrieron que además de buena poesía existe también la buena televisión.
El sexto bloque le llega a Ricardo, en Cuzco: Ricardo es un homosexual solitario -y muchas noches deprimido- que traduce frenéticamente mientras hace dormir a su gato Ezequiel. El séptimo lo recibe Patrick, un inglés con cara de bueno que viajó a Costa Rica para perfeccionar su español, lo desvalijó una pandilla casi al bajar del avión pero igual se enamoró del país y se quedó a vivir allí. Y el octavo bloque le llega, al mismo tiempo que a todos, a Ashley, una chica sudafricana de madre uruguaya que es fanática de la serie porque le recuerda (y no se equivoca) a su libro favorito: La Isla del Tesoro.
Los ocho, que jamás se han visto las caras ni tienen más puntos en común que ser fanáticos de una serie de la televisión o de un idioma que no es el materno, traducen al castellano el bloque de texto que le corresponde a cada
uno. Tardan aproximadamente dos horas en hacer su parte del trabajo, y dos horas más en discutir la exactitud de determinados pasajes de la traducción; después Javier, el primero, coordina la unificación y el envío a La Red. Ninguno de los ocho cobra dinero para hacer este trabajo semanal: para algunos es una buena forma de practicar inglés, para otros es una manera natural de compartir un gusto.
A esa misma hora Fabio, un adolescente a destiempo que vive en Rosario, a costas de sus padres a pesar de sus 23 años, encuentra por fin en el e-mule la traducción al castellano del texto. Con un programa incrusta los subtítulos al video original, desesperado por mirar el capítulo de la serie. A veces su madre lo interrumpe en mitad de la noche: -¿Todavía estás ahí metido en Internet, Fabio? ¿Cuándo vas a hacer algo por los demás, o te pensás que todo empieza y termina en vos? -Tenés razón mamá, ahora mismo apago -dice él, pero antes de irse a dormir coloca el archivo subtitulado en su carpeta de compartidos para que cualquiera, desde cualquier máquina, desde cualquier lugar del mundo, pueda bajarlo. Fabio jamás olvida ese detalle.
Los jueves suelo levantarme a las once de la mañana, casi a la misma hora en que Fabio, a quien no conozco, se ha ido a dormir en Rosario. Mientras me preparo el mate y reviso el correo, busco en Internet si ya está la versión original con subtítulos en español de mi serie preferida, que emitió ocho horas antes la cadena ABC en Estados Unidos. Siempre (nunca ha fallado) encuentro una versión flamante y me paso todo el resto de la mañana bajándola lentamente a mi disco rígido, para poder ver el capítulo en la tele después de almorzar. Mientras espero, escribo un cuento o un artículo para Orsai: lo hago porque me resulta placentero escribir, y porque quizás haya gente, en alguna parte, esperando que lo haga.
El artículo de este jueves habla de Internet. Dice, palabras más, palabras menos, algo que hace venticinco años dijo Borges mucho mejor que yo, en un poema maravilloso que se llama Los Justos:

"Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo."

http://orsai.bitacoras.com/archives/000743.php

Error - Verdad

Error - Verdad

ERROR

(del latín error, acción de ir de acá para allá, de errare, ir a la aventura) En general, tomar como verdadero algo que no lo es. El error consiste en creer que se sabe algo que no se sabe o que no se sabe algo que sí se sabe. Tal confusión epistemológica no puede ser sino inconsciente, puesto que el entendimiento no se adhiere a lo falso más que si lo confunde con lo verdadero y viceversa. No es una propiedad de los enunciados, como la verdad o la falsedad, sino de nuestras creencias o del hecho de juzgar. No hay que confundir error con ignorancia, porque ésta es simplemente carencia de saber, mientras que, cuando erramos, creemos saber. Por eso, el error supone de algún modo certeza. Erramos, por tanto, desde la ignorancia o la ausencia de conocimiento, aunque también desde la duda, la certeza y la opinión, pero no desde el saber o conocimiento. La imposibilidad de errar es la inerrancia. Falibilismo, en cambio, es afirmar que no estamos exentos de error en ninguna área de conocimiento.



HIST. Puesto que es el contraluz del saber o de la ciencia, los diversos sistemas filosóficos que se han ocupado de la posibilidad del error lo hacen desde la misma perspectiva, aunque en sentido contrario, de la teoría de la verdad. En las teorías epistemológicas clásicas, el buen uso de las fuentes de conocimiento (fundamentalmente la experiencia y la razón) y del criterio de verdad (normalmente la evidencia) garantiza el acceso creciente a una verdad absoluta cada vez mejor conocida por el hombre. El error proviene del fallo en cualquiera de los elementos del proceso, que no sea el entendimiento: en forma de engaño de los sentidos, de dominio de la libertad, de la voluntad que (movida por el deseo, el ansia o la precipitación) mueve al entendimiento a una decisión prematura, de la confusión en el juicio al afirmar, por ignorancia, de un sujeto un predicado que no le conviene.

Así, por ejemplo, para Descartes, el error nace en principio de la finitud humana -«soy como un término medio entre Dios y la nada»-, y se explica por la propia constitución humana. El hombre, como entendimiento que es, que sólo se determina por la claridad y la distinción de las ideas -su criterio de verdad-, no puede errar, pero como voluntad libre que es, carece de determinaciones y puede decidirse, por precipitación, a aceptar como verdaderas cosas que no entiende suficientemente. La precipitación y desatino de la voluntad, la falta de la debida consideración o atención del asunto, es el origen del error; la filosofía posterior dará otros nombres a esta precipitación de la voluntad: prejuicio, ideología, influjo social, etc.


Kant, por un lado, afirma en una línea parecida que si no tuviéramos más fuente de conocimiento que la razón nunca cometeríamos errores; proceden éstos, por consiguiente, de la sensibilidad, del influjo de ésta sobre el entendimiento. Pero, por otro lado, su sistema filosófico marca una ruptura en la tradición de entender el error como un mal uso de la capacidad cognoscitiva. El hombre no sólo no puede lograr saber qué son las cosas en sí mismas, porque no puede acceder al conocimiento del noúmenon sino que, además, él mismo interviene en el establecimiento de las condiciones de posibilidad de aquello que conoce. Desaparece, así, la perspectiva de entender el problema de la verdad y el error como un fenómeno de acceso a una verdad absoluta que llega infaliblemente de fuera al hombre, siempre y cuando éste se disponga adecuadamente a ello, y aparece la de que, en la constitución de la verdad, interviene el hombre. Por parecidas razones, en las teorías epistemológicas actuales, necesariamente relacionadas, además, con la filosofía de la ciencia, el conocimiento (sobre todo el científico) no se considera vinculado a la inerrancia, sino sobre todo a las razones o a la justificación de lo que la comunidad científica considera conocimiento verdadero: toda verdad científica es relativa y provisional, de modo que lo que es cierto o erróneo en una época puede pasar a ser, respectivamente, erróneo o cierto en otra. En filosofía de la ciencia, más que el concepto de verdad interesa el de contrastación de las hipótesis y teorías. Esto no invalida el concepto epistemológico tradicional de verdad, sino que pone de relieve que la «verdad científica» no puede definirse según el modelo tradicional de conocimiento verdadero. Por esta misma razón, el sentido del error en el ámbito del conocimiento también es otro. Al ser connatural a todo conocimiento científico, la ciencia no se orienta propiamente a la búsqueda de la certeza, sino sólo a la eliminación de errores. Su meta no es el logro de una verdad absoluta, sino la propuesta de conjeturas cada vez más audaces que se vuelven tanto más verosímiles cuanto más contrastadas están; aún más, la única manera, dice Popper, de contactar con la realidad es descubriendo el error de nuestras conjeturas. La cuestión de fondo no es ¿de dónde proviene el error?, sino ¿cómo descubrimos el error en nuestras creencias?

VERDAD


(del latín veritas, que traduce el griego G8Z2,4", alétheia, compuesto de negación y la raíz del verbo lanthano, estar oculto; por tanto «lo que está patente») Es la conformidad entre lo que se dice, piensa o cree y la realidad, lo que es o lo que sucede. Así se ha entendido tradicionalmente la verdad interpretada como correspondencia, o coincidencia, entre la mente y la realidad o los enunciados y los hechos. En sentido estricto es la correspondencia de una proposición o enunciado con los hechos. Por ello decimos que un enunciado es verdadero si describe los hechos como son y que es falso si no los describe como son. En consecuencia, la verdad es, ante todo, una propiedad del discurso declarativo; lo verdadero o lo falso pertenece a los enunciados o proposiciones y no a los hechos. Es, pues, un concepto puramente epistemológico. Así lo ha entendido fundamentalmente la tradición, desde Aristóteles, para quien la verdad consiste en afirmar lo que es y en negar lo que no es, y la Escolástica medieval, que la define como la «adecuación entre el entendimiento y las cosas» (Tomás de Aquino), hasta los lógicos modernos, entre ellos Tarski, que ha aceptado este concepto de verdad como correspondencia y lo ha liberado de todas las connotaciones metafísicas, construyendo la denominada teoría semántica de la verdad.

Sin embargo, no todos los enunciados verdaderos lo son por su correspondencia con los hechos. «Mañana lloverá o no lloverá» nada tiene que ver con la realidad y, sin embargo, es un enunciado verdadero: es una verdad lógica. Esto último hace plausible la denominada teoría de la coherencia de la verdad. La teoría de la adecuación o correspondencia debe complementarse con la de la coherencia, y aún con la teoría pragmática de la verdad.

HIST. No siempre se ha dado al concepto de verdad esta consideración simplemente epistemológica Las distintas acepciones de verdad a lo largo de la tradición filosófica occidental se deben a influencias de la tradición bíblica y de la primera filosofía griega. En los comienzos de esta última, aparece ya en el poema de Parménides, la noción de verdad (alétheia) opuesta a la de simple opinión (doxa), como ligada a la del ser (on) y a la del decir (logos), de modo que el pensar y el ser han de ser lo mismo. La idea de verdad como relación simétrica de coincidencia se presenta por vez primera explícitamente en Platón, aunque este autor no desarrolla ninguna teoría específica al respecto. Según Platón, el discurso (logos) que manifiesta la realidad es verdadero. Aristóteles interpreta esta relación como el juicio que une o separa lo que en la realidad está unido o separado, es decir, el juicio que expresa la realidad tal como es ; son los comienzos de la llamada teoría de la coincidencia o correspondencia. En el Nuevo Testamento la verdad se refiere ante todo a la «fiabilidad» o fidelidad de Dios, a la palabra de Dios, al Evangelio y, sobre todo, a Jesucristo en quien se sustantiva: Dios o Jesucristo son «la Verdad». El neoplatonismo unirá los dos caminos: el griego y el bíblico, de modo que, para Agustín de Hipona, la verdad es tanto el nous (la inteligencia) neoplatónico como el logos (la Palabra) del Nuevo Testamento. Con ello la verdad adquiere un rango ontológico: es algo que la mente descubre; existen la Verdad (Dios), las verdades eternas (las ideas de la mente divina) y la verdad que el alma conoce, adentrándose en sí misma, por cierta iluminación interior (ver texto ). La Edad Media hace de la verdad uno de los trascendentales del ser, una de las propiedades que todo ente tiene: lo que es, por el mero hecho de ser, es verdadero, esto es, inteligible, siendo Dios la razón última de la verdad o inteligibilidad de todo ente. Con Guillermo de Occam y el nominalismo de la crisis de la Escolástica, los trascendentales medievales se convierten en meros nombres o conceptos, con lo que empieza a hablarse simplemente de la verdad epistemológica y de la verdad lógica.

Con la filosofía moderna, la verdad pierde su status ontológico y pasa a ser definitivamente una cuestión epistemológica: en Descartes, la verdad se convierte en el problema de la certeza, o de la evidencia, si bien Dios continúa siendo todavía el garante de este criterio de certeza, de la misma forma que Leibniz habla aún del entendimiento divino como fuente de las verdades eternas. En cambio, para otros empiristas y racionalistas, como Hobbes, Spinoza y Locke, la verdad es sólo propiedad del enunciado. En Kant, la verdad es «trascendental» en un nuevo sentido, esto es, se refiere a las condiciones a priori, existentes en el sujeto humano, que hacen posible la concordancia del entendimiento con su objeto. Debido a la revolución copernicana de los planteamientos kantianos, la verdad es la conformidad de la experiencia con los conceptos puros del entendimiento o categorías (ver texto ). El concepto kantiano de verdad es interpretado dialécticamente en el idealismo alemán como relación de identidad del sujeto, el entendimiento, con el objeto, la idea. Hegel hace del «todo», de la idea, sujeto y objeto a la vez, el portador histórico de la verdad. La «izquierda» hegeliana, por obra de Feuerbach y Marx, sobre todo, invierte el idealismo hegeliano, de modo que la verdad es la «existencia», o el «hombre», y así deja de ser una cuestión de la teoría para serlo de la praxis. El carácter histórico de la verdad es puesto de relieve principalmente por el existencialismo de Heidegger, quien también da a la verdad una condición ontológica, al considerarla propiedad del ser y no de la mente, y por la denominada filosofía hermenéutica; que la verdad tenga una interpretación histórica lleva a la cuestión no sólo del carácter relativo de lo verdadero, y por tanto a la definición de qué es verdad, qué significa que un enunciado sea verdadero, sino también a la cuestión del criterio de verdad: cómo sabemos que un enunciado es verdadero. El neopositivismo sustituye la cuestión de la verdad por la del sentido y la verificación de un enunciado; la verdad o el sentido de un enunciado consisten en su verificabilidad. Karl R. Popper, que hablando de las teorías científicas prefiere referirse al concepto de «verosimilitud», o proximidad a la verdad, más que al de «verdad», acepta la noción tradicional de verdad como correspondencia, sobre todo en la versión que de ella da la teoría semántica de la verdad, de Tarski.

En la actualidad, las principales explicaciones sobre el sentido de la verdad se deben a la teoría de la correspondencia, o teoría semántica de la verdad, la teoría de la coherencia y la teoría pragmática de la verdad. En todas ellas se mantiene la idea básica de que la verdad consiste en una relación, difiriendo sólo en la determinación de los términos de dicha relación: relación de una proposición con los hechos; relación de una proposición con un conjunto establecido de proposiciones y relación de una proposición con la práctica, la acción o la utilidad.


Algo mas que cafe

Algo mas que cafe



UN GRUPO DE EX-ESTUDIANTES, YA MUY ESTABLECIDOS EN SUS CARRERAS, SE REUNIÓ PARA VISITAR A SU VIEJO PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD. UNA VEZ EN CASA DEL MAESTRO, LA CONVERSACIÓN SE CONCENTRÓ EN QUEJAS SOBRE EL ESTRÉS EN EL TRABAJO Y LA VIDA. AL OFRECERLES CAFÉ A SUS VISITAS, EL PROFESOR FUE A LA COCINA Y REGRESÓ CON UN TERMO DE CAFÉ Y UNA VARIEDAD DE TAZAS...DE PORCELANAS, PLASTICO, VIDRIO, CRISTAL...ALGUNAS COMUNES, ALGUNAS CARAS, ALGUNAS EXQUISITAS-Y LES PIDIÓ QUE SE SIRVIERAN CAFÉ CALIENTE. CUANDO TODOS LOS ESTUDIANTES TENÍAN SU TAZA EN MANO, EL PROFESOR DIJO:

"SI SE HAN FIJADO, TODAS LAS TAZAS BONITAS Y CARAS HAN SIDO TOMADAS, DEJANDO ATRÁS LAS COMUNES Y BARATAS. AUNQUE ES NORMAL QUE QUIERAN SÓLO LO MEJOR PARA USTEDES, ÉSE ES EL ORIGEN DE SUS PROBLEMAS Y ESTRÉS. LO QUE EN REALIDAD QUERÍAN ERA CAFÉ, NO LA TAZA, PERO CONSCIENTEMENTE TOMARON LAS MEJORES TAZAS Y LAS ESTUVIERON COMPARANDO CON LAS TAZAS DE LOS DEMÁS. "FÍJENSE BIEN--PROSIGUIÓ--: LA VIDA ES EL CAFÉ, PERO SUS TRABAJOS, EL DINERO Y SU POSICIÓN SOCIAL SON LAS TAZAS. LAS TAZAS SON SÓLO HERRAMIENTAS PARA SOSTENER Y CONTENER VIDA, PERO LA CALIDAD DE LA VIDA NO CAMBIA. A VECES--CONCLUYÓ-- AL CONCENTRARNOS SÓLO EN LA TAZA, DEJAMOS DE DISFRUTAR EL CAFÉ QUE HAY EN ELLA. POR LO TANTO, NO DEJES QUE LA TAZA TE GUIE...MEJOR GOZA EL CAFÉ".

María Betania Melo
De Posadas. Bisnieta de inmigrantes brasileños.


COLECTIVIDAD BRASILERA EN MISIONES

La inmigración brasileña a la Argentina se remonta a la época colonial cuando los esclavos llegaban a la tierra del Plata, hacia donde huían en busca de las ventajas de leyes que le otorgaran libertad. La llegada del pueblo brasileño -además de la cercanía fronteriza con ese país- le ofreció a Oberá las costumbres, comidas, la edificación y algunos graciosos giros idiomáticos que con el correr del tiempo se arraigaron al folclore oral de la zona.

La similitud de características geográficas y humanas de la zona ayudaron a la rápida adaptación de los brasileños a Oberá.

Un pueblo que siempre se mantuvo unido pero la verdadera identificación nacional la obtuvieron luego de la primera Fiesta del Inmigrante.

Entre las familias más antiguas de la zona se destacan: Dutra, Gemelli, Staudt, Minuzzo de Oliveira, Viasselli, Borges, Pizzutti, Liessenfeld, Kornowski, Golik, Lemes, Feversani, Kruel, Bjorklund y Munaretto, aunque varias de estas tienen también orígenes europeos ya que sus antepasados recalaron en Brasil antes de asentarse en la Argentina. Allí nacieron algunos de sus hijos.

Los brasileños participaron en todas las ediciones de la Fiesta.

Ya en el Parque de las Naciones, la colectividad construyó una de las primeras y más completas casas. La misma representa una vivienda colonial del norte de Brasil de la época del Imperio. En su edificación se pueden observar detalles arquitectónicos que remontan a las viejas casonas del norte brasileño, sobre las costas del atlántico en la región de Bahía, zona que recibió la mayor influencia de la arquitectura portuguesa.

La casa fue proyectada por el arquitecto Julio Argentino Golik. Además, del hogar de los integrantes de la numerosa colectividad, esta etnia posee una plaza parquizada y con juegos infantiles sobre la avenida Sarmiento de la ciudad de Oberá.

El espíritu alegre de los brasileños quedó impreso desde siempre en la Fiesta. Los conjuntos de batucadas que interpretaron sambas o aquellas que ejecutan música gaúcha o de la época imperial le dan a los festejos la incomparable alegría brasileña que en más de una oportunidad son bailadas por el ballet Mocedade o la batucada que surgió en el seno mismo de la colectividad.

Las vestimentas típicas brasileñas presentadas por su gente, por lo general tiene que ver con trajes imperiales para sus reinas además de blancos vestidos bahianos, relacionados con aspectos religiosos, ligeros y atrevidos atuendos cariocas, tradicionales prendas gaúchas de Río Grande do Sul.

La casa brasileña está ubicada en un lugar estratégico dentro del parque. Actualmente está pintada con vivos colores que le otorgan vida al sector. Además, durante las pocas, pero muy frías noches de invierno en esta región del país, los integrantes de la colectividad encienden el gran hogar con el que cuenta la casa, por lo que el ambiente, lejos de ser similar al cálido clima nordestino, igual invita a permanecer en el lugar degustando un pé de moleque o bien una buena caipirinha que allí preparan.

Afuera, en el patio de la casa, la colectividad ofrece comida y tragos al paso.

Aclaración: la informacion de las colectividades, la obtengo de "La Fiesta del Inmigrante"
Rosi


la leyenda del pajaro espino

la leyenda del pajaro espino


" Hay una leyenda sobre un pájaro
que canta solo una vez en su vida,
y lo hace más dulcemente que cualquier
otra criatura sobre la faz de la tierra.
Desde el momento que abandona el nido,
busca un árbol espinoso y no descansa hasta encontrarlo.
Entonces, cantando entre las crueles ramas,
se clava él mismo en la espina más larga y afilada.
Y, al morir, envuelve su agonía en un canto más bello
que el de la alondra y el del ruiseñor.
Un canto superlativo, al precio de la existencia.
Pero todo el mundo enmudece para escuchar,
y Dios sonríe en el cielo.
Pues lo mejor solo se compra con grandes dolores ...
Al menos, asi lo dice la leyenda. "

Collen Mc Cullough

Novios Por Siempre

Novios Por Siempre

El Noviazgo es una de las mas bellas etapas en la relación de pareja, porque es la época durante la cual mostramos nuestra mejor cara, hacemos todo lo que sea necesario para agradar al otro y hacerlo sentir muy especial. Durante este tiempo, tenemos detalles, toleramos y comprendemos a la otra persona, estamos dispuestos a perdonar y a pasar por alto ciertas diferencias sin dejar que nos afecten, nos sentimos motivados y entusiasmados para compartir en la pareja, sonamos juntos y hasta proyectamos lo que será nuestra vida en común.
Viéndolo de esta manera ¿No crees tu que deberíamos ser novios por el resto de la vida? El noviazgo no debería ser solo una etapa corta y maravillosa que desaparece una vez asumido el compromiso de vivir juntos, para darle paso a otra etapa complicada y desconocida, la convivencia en donde uno de los dos o los dos al mismo tiempo van cambiando su actitud y comportamiento para convertirse en los perfectos extraños.
La mayoría de las veces el día a día, las responsabilidades y la rutina hacen aflorar una serie de características de la personalidad totalmente desconocidas, el estrés y la tensión hacen que ya no cuidemos los detalles, la comunicación, el trato y los gestos que teníamos. Algunas personas se preguntan en ese punto: ¿Es que se acabo el amor?
Que sensaciones tan especiales tenemos cuando estamos enamorados y somos correspondidos, tu corazón late aceleradamente cuando te encuentras con ella, te sonrojas, sientes las famosas mariposas en tu estomago… y quiero decirte que en la medida en que cumples anos lo sigues sintiendo aunque mas calmadas. El deseo de acompañarte con el o con ella, de compartirlo todo y descubrir sus gustos e intereses… ¿Te acuerdas? ¡Puede continuar siendo así!! Rescata el amor de todas las presiones y tensiones a la que esta sometido en este momento, recuerda cuales fueron las cosas que te hicieron enamorar, los momentos especiales que compartieron y apoyate en ellos para renovar los votos de amor y comenzar de nuevo una época de noviazgo y enamoramiento. Hemos tenido el regalo de conocer parejas de amigos con muchos anos de casados y novios eternos, verlos te recuerda que bien vale la pena hacer crecer el amor entre los dos, fortaleciendo, el respeto, la comunicación, el cariño, los detalles, la intimidad y los buenos momentos.
Si en este momento estas solo, tienes la oportunidad de convertirte en la persona ideal que atraiga a su vida a esa pareja con la que deseas compartir el resto de la vida. Prepárate y pregúntate: ¿si estas dispuesto a compartir tu espacio vital, a aceptar sus diferencias, a conocer y aprender sus gustos e intereses, si estas mas dispuesto a dar que ha recibir?
Estas listo para que querer y que te quieran sin permitir que las heridas del pasado se interpongan en tu felicidad.
1.- Cultivar lo mejor de cada uno para que tengan un mayor crecimiento y desarrollo personal. Recordemos que la relación de pareja en una especie de pote en común donde cada uno coloca lo mejor de si mismo para sumar al bienestar de los dos.
2.- Ser Auténticos. Mostrarnos tal cual somos, con nuestras cualidades y limitaciones, hará que podamos conocernos y aceptarnos sin esperar que el otro sea una persona diferente.
3.- Fortalecer la empatia entre los dos. Colocarnos en el lugar de la otra persona, para ver las cosas desde su perspectiva hará que sea mas sencillo el estar dispuestos a comprender y aceptar sus diferentes puntos de vista.
4.- Valorar sus cualidades. En muchos casos solo llaman nuestra atención los defectos o las características negativas de la otra persona, es muy importante que podamos reconocer sus cualidades y resaltarlas al momento de compartir.
5.- Mantener el respeto del uno hacia el otro. Ahí donde terminan tus derechos comienzan los de tu pareja. Cuida tus palabras, gestos y comentarios en todo momento.
6.- Afinidad de objetivos e intereses. La pareja ideal no es la que se miran tiernamente el uno al otro, son los que miran y caminan juntos en una misma dirección.
7.- Sean cariñosos. Es imprescindible expresarlo todos los días, no permitas que las responsabilidades del dia a dia te hagan olvidarlo. Las palabras amables, los detalles y las caricias son un medio para expresarlo.
8.- Reconozcan los logros, el esfuerzo y las cualidades de la pareja. Mas importante que fijarte en sus defectos o debilidades lo es el resaltar todas sus cualidades, esto te ayudara a reconocernos y a valorar su presencia en tu vida.
¡Trabajen cada día para hacer mas feliz a su pareja!!.

BASURA HUMANA

BASURA HUMANA

BASURA HUMANA

Hasta ahora me había propuesto mantenerme al margen en cuanto a la salvaje guerra de Medio Oriente por cuanto me niego a opinar sobre algo que no entiendo. Sin embargo, a esta altura de los acontecimientos, no debo olvidar que pertenezco a la más alta escala del reino animal, y como tal tengo la obligación moral de expresarme a favor de mi especie. Advierto que lo haré con lenguaje crudo, despiadado e inclemente.

Un niño muerto no vale un solo metro de tierra. Esto lo entiende cualquier mortal civilizado. No sé, ni me interesa, quien carajo tiene razón; quien tiro la primera bala; quien invadió a quien; que religión es tan monstruosa como para justificar barriles de sangre.

No son lo pueblos los responsables de ésta masacre colectiva sino sus gobiernos, sus dirigentes, sus ciegos fanáticos religiosos, que alzando no sé que bandera de mierda condenan a su gente a morir en forma bestial, inhumana, atroz.

Son los hijos de putas que compran armas con la moneda de la muerte; indignos de pertenecer a la raza humana, y siento vergüenza ajena por ello. ¿Y qué pasa con los otros mal paridos?; los presidente de las potencias mundiales. ¿Qué carajo hacen para que ésta guerra inútil acabe?. ¿Para qué mierda sirve el Consejo de Seguridad de la ONU?.
Ellos pueden detener en 24 horas ésta guerra impúdica pero no lo hacen porque no les conviene. Por un lado envían ayuda humanitaria, por el otro les venden armas.

Hipócritas, farsantes, impostores, indignos, cobardes escondidos al amparo de sus rangos sin méritos.

Me gustaría saber qué Dioses le dieron la facultad tan miserable y perversa de traficar con la vida y la muerte.-

Adalberto Asenzo©

Geometrìa

Geometrìa


Sus vidas no eran una línea recta sino unas sinuosas curvas ondulantes, sobre todo la de ella, ya que él era más cuadrado, pero un día se cruzaron tangencialmente. Por un tiempo llevaron vidas paralelas hasta que se fueron acercando, a tal punto, que casi se funden en una sola línea. Tenían áreas comunes y se planteaban muchas proyecciones juntos, pero su relación se transformó en un círculo vicioso que culminó en un desigual triángulo amoroso con aristas peligrosas y sin mucha base. A esa altura, era como vivir colgado de un trapecio. Nunca lo habían visto desde ese ángulo pero la situación tenía una claridad prismática. Querían pasar a otras dimensiones y no podían darle largas al asunto si querían vivir a sus anchas. Debían resolver el problema planteado y veían todo desde diferentes perspectivas. Durante una pelea, la discusión llegó a la enésima potencia. El se iba por las diagonales y ella lo mandó a la hipotenusa. Terminaron al borde del cateto.
Luego de la separación, vendieron el apartamento en El Cilindro. Él se fue a Estados Unidos, a trabajar para el Pentágono y ella se perdió en el triángulo de las Bermudas.Lemos

El juez que durmió tranquilo

El juez que durmió tranquilo

Alguna vez les he hablado de mi amigo Daniel Sherr, judío, alérgico y vegetariano, que además de tener un corazón de oro y ser un ecologista excéntrico y pelmazo, es el mejor intérprete del mundo. Trabaja para Naciones Unidas, diplomáticos y gente así, habla más lenguas que un apóstol en Pentecostés –su amistad soportará esa hipérbole poco ortodoxa en lo mosaico– y asiste a inmigrantes hispanos en los juzgados gringos. A veces, mientras saca un plátano del bolsillo y se pone a pelarlo sin complejos en la mesa de un restaurante de varios tenedores –"tiene mucho potasio", le dice al incómodo camarero–, Daniel me cuenta historias judiciales tristes, recuerdos que lo dejan hecho cisco durante días y noches. Para alguien que, como él, cree que la compasión hacia los desgraciados es obligación principal del ser humano, los juzgados suponen, a menudo, una nube oscura sobre su corazón y su memoria. Pero hay que ganarse la vida, dice con sonrisa triste. Además, cuando se trata de pobre gente, siempre puedes echar una mano. Ayudar.

Ayer, mi amigo me contó, al fin, una historia reciente que no es triste. Hablábamos de jueces y de injusticias; de cómo, a veces, quien administra la ley, con tal de no complicarse la vida, pone la letra de ésta por encima del sentido común y de la humanidad. Fue entonces cuando Daniel me contó el último asunto en el que había intervenido como traductor, en un juzgado de familia de Nueva Jersey. De una parte, una mujer con una niña de dos años cuya custodia pedía. De la otra, un funcionario de la división de Juventud y Familia del Estado. En medio, un juez. La mujer, ecuatoriana, solicitaba seguir con la niña, de origen mexicano, cuya madre se la había confiado hacía año y medio y no había vuelto nunca más. La señora pedía la custodia legal de la niña, pues las vacunas para la criatura costaban ochenta dólares la inyección, ella tenía un trabajo humilde y escasos recursos, y con la custodia legal tendría derecho a que por lo menos las vacunas las pagase el Estado. Pero había un problema: la ecuatoriana era inmigrante ilegal. Su situación, ley en mano, obligaba al juez no sólo a acceder a la petición del funcionario del Estado para que le quitasen a la niña, sino, llevado el caso al extremo, a expulsar a la mujer de los Estados Unidos.

Según me contó Daniel, el juez inició así su interrogatorio: "Señora Espinosa, usted no está en este país legalmente, ¿verdad?". La respuesta fue: "No, señoría". El juez miró a la niña, que correteaba entre los bancos de la sala. "¿Sabe usted que el funcionario del Estado alega que Nueva Jersey no puede ofrecer prestaciones a un trabajador indocumentado?" La señora parpadeó, tragó saliva y miró al juez a los ojos: "Sí, señoría". El juez guardó silencio un momento. "Señora Espinosa –dijo al fin–, lleve esta hoja con mi membrete y mi firma a los Servicios Católicos de ayuda. Mi ayudante le dará la dirección. Dígales que va de mi parte y que quiere regularizar su situación." Dicho eso, el juez se dirigió al funcionario del Estado: "Como ve, la señora Espinosa está tratando de regularizar su situación. ¿Es suficiente?". Pero el funcionario no parecía convencido. Para él, la ecuatoriana era un número más en los expedientes, y sus jefes le exigían eficacia. "Señoría…", empezó a decir. El juez levantó una mano: "Escuche, señor X. Como juez tengo que aplicar la ley, pero también necesito poder dormir con la conciencia tranquila. Es evidente que esta señora es una madre concienzuda y que realmente ha ayudado a la niña. Mírela. A esa niña la quieren, y donde mejor va a estar es con esta mujer". El funcionario seguía aferrado a sus papeles: "Señoría, la ley…". El juez arrugó el entrecejo y se inclinó un poco sobre la mesa hacia el funcionario: "Mi trabajo consiste en aplicar la ley, pero administrándola e interpretándola con humanidad. Además, esta mujer ha demostrado cierto valor al venir aquí, a un tribunal, siendo ilegal. Podría haber sido detenida y expulsada, y aun así ha venido. Y lo ha hecho por la niña. Así que dígaselo a sus supervisores. Y usted, señora, haga lo que le he dicho. Y vuelva a verme dentro de treinta días".

Cuando, mascando un tallo de apio, Daniel terminó de contarme la historia, sonreía con aire bobalicón. "¿Y tú qué hiciste?", le pregunté. "¿Yo? –respondió–. Pues, ¿qué iba a hacer? Traducir escrupulosamente cada palabra." Luego me miró acentuando la sonrisa, con un trocito de apio en el labio inferior. "Pero esa noche yo también dormí tranquilo."

* El autor, español, es escritor y periodista, y miembro de la Real Academia Española de la lengua


DUSHINKA